El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín, Geng Shuang declaró que "China expresa su gran descontento y su firme oposición a las sanciones impuestas por Estados Unidos a empresas y particulares chinos". Estados Unidos reforzó su presión económica sobre Irán, tal como lo había prometido el presidente Donald Trump ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Además, el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció sanciones contra empresas chinas acusadas de "transportar deliberadamente petróleo desde Irán".
Pompeo señaló que se estaban imponiendo sanciones tanto a las empresas como a sus directores ejecutivos y anunció "nuevas medidas" que no detalló, para "separar a los Guardianes de la Revolución", una unidad de élite del ejército de la República Islámica, "de la economía iraní".