Los precios del petróleo comenzaron la semana con una caída de más de un 3 por ciento, extendiendo sus fuertes pérdidas de la semana pasada, debido a la fortaleza del dólar y al temor de que las nuevas restricciones vinculadas al Coronavirus en Asia, especialmente China, puedan detener la recuperación mundial de la demanda de combustible.
Los futuros del crudo Brent caían 2,43 dólares, o un 3,5 por ciento, a 68,27 dólares el barril a las 0800 GMT, después de caer un 6 por ciento la semana pasada para su mayor pérdida semanal en cuatro meses.
Los futuros del crudo West Texas Intermediate de EEUU cayeron 2,41 dólares, o un 3,6 por ciento, a 65,87 dólares, después de caer casi un 7 por ciento la semana pasada en su declive semanal más pronunciado en nueve meses.
“Las preocupaciones sobre la posible erosión de la demanda mundial de petróleo están resurgiendo con la aceleración de la tasa de infección delta”, dijo el analista de RBC Gordon Ramsay en una nota.
Los analistas de ANZ citaron las nuevas restricciones en China, el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo, como un factor importante que frena las expectativas de crecimiento de la demanda.
Las restricciones incluyen cancelaciones de vuelos, 46 advertencias de viaje en la ciudad y restricciones en el transporte público y los servicios de taxi en 144 de las áreas más afectadas.
El lunes, China informó 125 nuevos casos de COVID-19, frente a los 96 del día anterior. En Malasia y Tailandia, las infecciones están estableciendo récords diarios.
El crecimiento de las exportaciones chinas se desaceleró más de lo esperado en julio después del brote de casos de COVID-19 e inundaciones, mientras que el crecimiento de las importaciones también fue más débil de lo esperado.
Las importaciones chinas de petróleo crudo cayeron en julio y cayeron drásticamente desde niveles récord en junio de 2020.
Por otro lado, la subida del dólar estadounidense a un máximo de cuatro meses frente al euro también afectó los precios del petróleo después de que el informe de empleos estadounidenses del viernes, más fuerte de lo esperado, estimuló las apuestas de que la Reserva Federal podría actuar más rápido para endurecer la política monetaria estadounidense.
Un dólar estadounidense fuerte encarece el petróleo para los tenedores de otras monedas.