El sindicato que lidera el senador neuquino Guillermo Pereyra comenzó con la medida de fuerza dispuesta por 48 horas en rechazo a la baja de de 33 equipos de empresas contratistas de YPF y la pérdida de 1.700 puestos de trabajo.
También se sumó a la protesta el Sindicato del Personal Jerárquico afectado por el despido de 359 afiliados.
“Nos llama poderosamente la atención que una empresa (YPF) que tiene mayoría accionaria del Estado Nacional haya tomado este tipo de medidas que afecta directamente los derechos de los trabajadores y dejando tantas familias en la calle, sin trabajo y al abismo”, dijo Pereyra, del Movimiento Popular Neuquino y presidente de la Comisión de Energía del Senado.
“Este gremio no va a permanecer callado, ni va a permanecer inactivo frente a estas cosas que están ocurriendo y por eso preferimos tomar la iniciativa desde la comisión directiva para traerla a los compañeros para que sea con toda firmeza", aseguró al anunciar la huelga.
Pereyra anticipó que se trata del inicio "de un plan de lucha para revertir la situación", en referencia a lograr que los trabajadores despedidos perciban un subsidio de 20.000 pesos mensuales hasta que las empresas reactiven los equipos parados, lapso en el que gremio se compromete a pagarles los aportes jubilatorios y de obra social.
Por su parte, el secretario general del Sindicato del Personal Jerárquico de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Manuel Arévalo confirmó la adhesión del gremio a la huelga, que se lleva a cabo en momentos en que gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, promueve un "Plan de Desarrollo Energético Federal" que apunta la explotación del crudo y el gas para sostener inversiones y fuentes de trabajo.