Cuando el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs dijo el año pasado que el petróleo podría caer hasta los 20 dólares por barril, asignó una probabilidad bastante baja de que se materializara ese escenario.
Cinco meses después, la previsión ha demostrado ser correcta en algunas partes del mundo. El crudo físico canadiense se vendió esta semana por debajo de los 20 dólares por barril, menos de lo que cuesta extraerlo y transportarlo. Además, los operadores en el mercado de opciones se están protegiendo para evitar que los precios caigan por debajo de los 25 dólares.
La situación refleja la creciente preocupación de que un mercado que ya está inundado de petróleo esté sufriendo ahora el doble contratiempo de una fuerte desaceleración de la demanda en Estados Unidos y China.
Durante los 18 últimos meses, el exceso de suministro fue el principal factor detrás del declive de los precios en dos tercios, después de que Arabia Saudita llevó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a aumentar las exportaciones para defender su cuota de mercado frente a los productores de mayores costos, como las firmas de esquisto estadounidenses.
Los bajos precios impulsaron la demanda global hasta sus máximos en varios años, salvando al petróleo de un colapso mayor y animando a los productores a confiar en que el mercado podría recuperarse más tarde en 2016.
No obstante, cuando Arabia Saudita estaba a punto de empezar a celebrar sus primeras victorias tácticas, con la producción estadounidense declinando por la presión de los precios bajos, comenzaron a surgir señales de que la demanda en Estados Unidos, China y Europa es mucho más débil de lo esperado.
El drástico escenario de Goldman estaba basado en la lógica de que el mercado podría tener que sufrir el impacto de ver el barril a 20 dólares para obligar a un cierre de los yacimientos no rentables. Pero eso ya no parece una fantasía.
Los futuros del Brent y el WTI estadounidense cayeron brevemente a sus niveles más bajos desde 2004, cerca de los 32 dólares por barril, después de que el declive del yuan y la suspensión de emergencia del comercio los mercados accionariales chinos puso en problemas a los mercados asiáticos