El Gobierno está negociando con las principales compañías productoras de gas la continuidad del formalmente denominado Programa de estímulo a la inyección excedente de gas, también conocido como Plan Gas.
Esta iniciativa nacida a comienzos del 2013 tiene como objetivo incrementar las inversiones en los yacimientos locales de gas, y se extiende hasta el 31 de diciembre de 2017.
Por un lado, los privados piden que se garantice la extensión del programa al menos hasta 2020, ya que establece mejores precios de venta para la producción de gas.
Esta tarde el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, recibirá a los representantes de las petroleras para avanzar en las negociaciones sobre el nuevo convenio colectivo de trabajo para los campos no convencionales. Se estima que también se debatirá acerca del nuevo Plan Gas.
Según informó El Inversor Online, el Plan Gas contempla el pago de un precio diferencial de 7,50 dólares el millón de BTU para la producción de gas que se encuentre por encima de la curva de declinación acordada por cada empresa con el Ejecutivo.
En las negociaciones, el Gobierno apunta a que la producción esté enfocada en los desarrollos de gas no convencional, es decir el tight y el shale gas. Sin embargo, las petroleras apuntan a que se incluyan además los proyectos convencionales de mayor riesgo, como los campos offshore.
Con respecto a los precios, Aranguren contempla un esquema decreciente, que arrancaría en 7,50 dólares aplicable a 2018 y finalizaría en 6,50 dólares en 2020. En esta línea, se estima la introducción de una fórmula de fijación de precios que esté vinculada al precio de importación de Gas Natural Licuado (LNG).