Brasil produjo 2,6 millones de barriles de petróleo diarios en 2017, con un incremento de 26 por ciento procedente de los bloques de aguas ultraprofundas del presal, que ya representan casi la mitad del total, según datos oficiales.
La producción de crudo del país sudamericano subió el año pasado un 4,2 por ciento, en su cuarto aumento anual consecutivo, precisamente gracias al impulso del presal. La extracción de camadas marinas superiores se redujo en cambio un 10,8 por ciento y las de pozos terrestres un 15,19 por ciento, precisó la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
El presal llegó a representar así un 49,10 por ciento de la producción total, frente a 40,57 por ciento en 2016.
La explotación de las ricas reservas de presal plantea importantes desafíos tecnológicos para la perforación en las profundidades del océano Atlántico, con necesidad de grandes inversiones.
El sector adquirió nuevo atractivo con el alza del precio internacional del barril.
El año pasado, Brasil realizó cuatro rondas de licitaciones de bloques para exploración y producción de petróleo y gas natural, con participación de las mayores compañías internacionales.
Las subastas permitieron recaudar 30.500 millones de reales (9.553 millones de dólares, al cambio promedio de 2017) entre royalties y participaciones especiales, indicó la ANP.
La producción de gas natural registró por su lado un incremento de 5,9 por ciento en 2017.