La producción rusa de petróleo ha vuelto a los niveles acordados entre la OPEP y los países que no pertenecen al grupo, y el bombeo en las últimas dos semanas de julio será mayor que en las dos primeras, anunció el ministro de Energía, Alexander Novak.
La producción petrolera de Rusia cayó a casi un mínimo de tres años a principios de julio debido al alto contenido de cloruro orgánico que se encontró en el crudo en abril, lo que llevó a frenar las exportaciones de oleoductos y reducir los suministros a la red.
"Nuestra producción se ha restaurado de acuerdo con los planes y los cronogramas. Hubo varios días en que la producción se redujo a un nivel de más allá del cumplimiento. Se relacionó con un proceso tecnológico", dijo Novak a periodistas.
Rosneft, la mayor productora de petróleo rusa, indicó la semana pasada que Transneft frenó la toma desde Yuganskneftegaz, la principal unidad de la compañía, lo que perjudicó la producción que ya se había visto afectada por la crisis de contaminación del crudo.
Rusia acordó reducir su producción de petróleo en 228.000 barriles por día desde los 11,41 millones bombeados en octubre de 2018, la base para el acuerdo global actual.
Según esa fórmula, su producción debería ser de alrededor de 11,17 millones a 11,18 millones de barriles diarios. Fuentes de la industria dijeron que el bombeo ruso cayó a 10,79 millones de barriles por día a principios de julio.