La producción de crudo de Rusia se reduciría en hasta 10 millones de toneladas al 2017 desde los niveles proyectados para 2015 y 2016, afectada por las sanciones de Occidente que disminuyen la capacidad de financiación de las firmas locales, dijo el primer viceministro de Energía, Alexei Texler.
La producción de petróleo y gas condensado tocó un nuevo máximo de la era posoviética en octubre, al subir un 0,4 por ciento intermensual a 10,78 millones de barriles por día.
Texler dijo a periodistas que la cartera energética estimaba una producción de petróleo de alrededor de 533 millones de toneladas este año o 10,7 millones de barriles diarios, con igual proyección para el año que viene, cuando la producción petrolera debería verse respaldada por una mayor generación de gas condensado.
"Una posible reducción llegaría en 2017, con una potencial caída de hasta 10 millones de toneladas", dijo Texler, quien agregó que las compañías petroleras rusas carecen de financiación externa debido a las sanciones impuestas por el rol de Moscú en la crisis de Ucrania.
Rusia ha rechazado constantemente cooperar con la OPEP en el respaldo a los precios del crudo, actualmente por debajo de los 50 dólares el barril debido a un exceso de suministro global que los analistas prevén que persistirá al menos algún tiempo el año próximo, hasta que se produzca una reducción natural en la producción.
Los precios del petróleo se desplomaron a menos de la mitad desde máximos superiores a los 100 dólares alcanzados a mediados del 2014.