La española Repsol indicó que elevará su dividendo y recomprará acciones después de que los fuertes precios del petróleo y el gas ayudaran a que su beneficio del tercer trimestre repuntara por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Los precios mundiales de la energía se han disparado a medida que las economías se recuperan de la crisis coronaria, generando efectivo que puede devolverse a los accionistas y gastarse en las estrategias de bajas emisiones de carbono que los inversores exigen cada vez más para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Repsol dijo que el beneficio neto trimestral de 623 millones de euros (722,87 millones de dólares), su resultado trimestral más alto desde finales de 2018, le permitiría aumentar sus pagos a los accionistas en un 5 por ciento a 0,63 euros por acción.
Dijo que también amortizaría acciones equivalentes al 4,9 por ciento de su capital.
El beneficio se situó muy por encima de la previsión media de 582 millones de euros extraída de una encuesta de analistas realizada por la compañía.
El precio de realización del barril de petróleo de Repsol fue un 68 por ciento más alto en los tres meses hasta septiembre que en el mismo periodo del año anterior, mientras que el equivalente de gas se disparó casi un 114 por ciento.
Su competidora Royal Dutch Shell, mucho más grande, comunicó una caída de los beneficios, con unas cifras por debajo de las expectativas del mercado.