Arabia Saudita y Rusia tienen la capacidad de elevar abruptamente la producción de petróleo, dijo el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, y agregó que no confía en que los exportadores acuerden congelar el bombeo para junio.
Un acuerdo entre los productores dentro y fuera de la OPEP para congelar la producción de crudo fracasó el domingo en Doha luego de que Arabia Saudita exigió que Irán se sume a los esfuerzos por congelar el bombeo.
El fracaso de las negociaciones elevó la perspectiva de una guerra por el bombeo entre Rusia y Arabia Saudita, en momentos en que cada país ha elevado su producción para intentar restarle participación de mercado al otro.
"(Los saudíes) tienen la capacidad de subir la producción significativamente. Pero nosotros también", dijo Novak a la prensa en el marco de una conferencia internacional de energía en Moscú. Y añadió que el bombeo ruso podría exceder los 540 millones de toneladas este año (10,8 millones de barriles por día).
"No estamos seguros de que logremos acordar (un congelamiento de la producción) dentro de la OPEP", dijo Novak a periodistas. "Esta es una tarea ardua que los países se comprometieron a acordar para junio", agregó.
Novak señaló que media hora antes de la reunión en Doha, Rusia todavía confiaba en que se aprobaría la decisión de congelar la producción de petróleo tomada en febrero.
El repentino cambio de idea por parte de la delegación saudí en Doha fue "inesperado", dijo, aunque enfatizó que esto no tendría un impacto en las relaciones entre Rusia y Arabia Saudita.
Novak consideró, no obstante, que es posible que para junio no se necesite un acuerdo para congelar el bombeo debido a que "las herramientas del mercado empezarán a funcionar".