La producción de petróleo rusa disminuyó a 11,38 millones de barriles por día en enero, o unos 35,000 desde el nivel de octubre de 2018, la línea de base del acuerdo global, pero no alcanzó el objetivo del pacto, según datos del Ministerio de Energía.
La cifra se compara con los 11,45 millones de barriles diarios producidos en diciembre, un récord mensual.
En tanto, las exportaciones a través de oleoducto cayeron a 4,313 millones de barriles por día desde 4,496 millones en diciembre. Rosneft redujo su producción en un 0,1 por ciento frente a diciembre, mientras que Lukoil registró un recorte de bombeo de un 0,8 por ciento.
La producción en Gazprom Neft, el brazo petrolero del gigante de gas Gazprom, aumentó un 0,1 por ciento.
El ministro de energía ruso, Alexander Novak, había dicho que los recortes de bombeo del país sumarían 50.000 barriles diarios en enero frente a octubre.
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores líderes acordaron en diciembre reducir su bombeo combinado en 1,2 millones de barriles por día para respaldar los precios y equilibrar el mercado. De esa cifra, Rusia prometió hacer caer su producción en unos 230.000 barriles diarios en el primer trimestre.
Novak también dijo que Rusia no pudo reducir bruscamente su producción de petróleo debido a limitaciones técnicas, pero que intentaría hacer más al respecto rápidamente.
Los recortes más lentos de lo esperado provocaron el enojo de Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP. Según una encuesta de Reuters, la caída del suministro del cartel en enero fue la mayor en dos años.