El vice primer ministro ruso, Alexander Novak, afirmó que existe el riesgo de que la producción de petróleo de Rusia caiga en 2023, bajo la presión del embargo de la Unión Europea y de un tope de precios del G7 sobre el crudo ruso, informaron agencias de noticias rusas.
La producción rusa de petróleo desafió las numerosas predicciones de un descenso por las sanciones occidentales por Ucrania y aumentó un 2% el año pasado, hasta 535 millones de toneladas (10,7 millones de barriles diarios), gracias a un aumento de las ventas a Asia, especialmente a India y China.
Sin embargo, tras una serie de nuevas sanciones de Occidente, Rusia se enfrenta a más retos para mantener su producción de petróleo, fuente clave de ingresos para el presupuesto estatal.
"Sí, existen tales riesgos (...) los evaluaremos en un futuro próximo", declaró Novak al ser preguntado por un posible descenso de la producción de petróleo este año, informó la agencia de noticias TASS.
Las economías del G7, la Unión Europea y Australia acordaron prohibir el uso de seguros marítimos, financiación e intermediación suministrados por Occidente para el petróleo ruso transportado por mar a un precio superior a 60 dólares por barril a partir del 5 de diciembre, como parte de las sanciones occidentales a Moscú por sus acciones en Ucrania.
La UE también prohibió la compra de productos petrolíferos rusos y fijó precios máximos a partir del 5 de febrero.
Los productores de petróleo rusos aumentaron su producción casi un 1% en la primera semana de febrero respecto a enero, a pesar de los embargos occidentales, informó el jueves el diario Kommersant, citando datos de una fuente no identificada.