La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó esta semana el presupuesto para el próximo año que considera un precio del barril de petróleo de 40 dólares, una señal de que Caracas no espera que la mayor fuente de ingresos en divisas se recupere en el corto plazo.
Por años, el Gobierno subestimó el precio del petróleo en sus cuentas para cubrirse de eventuales caídas, pero el presupuesto de 2016 supone una cotización del crudo en línea con el promedio anual de la cesta venezolana, que está cercana a los 45 dólares.
El precio del crudo ha perdido más de la mitad de su valor desde mediados del año pasado, lo que ha golpeado los ingresos del país petrolero.
El monto del presupuesto aprobado fue de 1,548 billones de bolívares, más del doble de lo previsto en las cuentas para este año, en un país con una altísima inflación.
Las cuentas para el próximo año también estiman que la inflación será de 60 por ciento, y el tipo de cambio oficial más económico se mantendrá en 6,3 bolívares por dólar.
Las estimaciones inflacionarias de Venezuela no suelen cumplirse: el año pasado, el Gobierno del país petrolero estimó una inflación de hasta un 30 por ciento, pero el presidente Nicolás Maduro dijo que los precios podrían aumentar un 80 por ciento en el año.
El Parlamento aprobó sin cambios el presupuesto enviado por el Gobierno.