Para quienes siguen los avatares de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, cada detalle cuenta: cuándo es la reunión de mediados de año, en qué momento llegan los ministros a Viena, cómo hablan y dónde se hospedan; todo está bajo observación para intentar anticipar las políticas.
Así que la llegada el lunes del nuevo ministro saudita de Energía, Khalid al-Falih, tres días antes de la reunión del cártel, fue interpretada como una señal de que el funcionario se toma en serio las próximas discusiones.
Aún así, Falih tendrá pocas oportunidades de ver a sus colegas ministros antes del encuentro del jueves. Muchos de ellos, incluyendo a los representantes de Irán y Venezuela, no aparecerán en la capital austriaca sino hacia el final del miércoles.
Para Gary Ross, un veterano observador de la OPEP y fundador de la consultora PIRA, la tardanza en los arribos apunta a que las expectativas deberían de ser moderadas en lo que se refiere a la política del grupo.
"No se están llevando exactamente bien estos días", señaló Ross. "La OPEP se está volviendo mucho menos importante. Estamos iniciando una era en que la gestión del mercado es inexistente".
Una excepción a las llegadas tardías a Viena fue la del ministro de Petróleo de Emiratos Árabes Unidos, Suhail bin Mohammed al-Mazroui, quien dijo a periodistas que está contento con la situación en el mercado petrolero, lo que sugiere que la OPEP debería de abstenerse de tomar medidas en la reunión de esta semana.
"Este año es un año de corrección. Las reglas del mercado, que son la oferta y la demanda, están funcionando y creo que eso es la esencia de esta política", dijo el ministro.
La última vez que la OPEP cambió sus metas de producción fue en 2008, cuando redujo la oferta en medio de una demanda que se frenaba por la crisis financiera global. En comparación, entre 1998 y 2008, la OPEP realizó 27 movimientos de sus cuotas.
"Creemos que la continuidad será la tónica el día de la reunión de junio de la OPEP en Viena" dijo Helima Croft, jefa de estrategia de materias primas de RBC Capital Markets. "La única incertidumbre real es qué tanta división habrá en la reunión y que tantos desacuerdos se mostrarán en público".