La compañía informó que la ejecución de este proyecto demandó una inversión de US$ 21 millones y mano de obra para 200 personas de manera directa e indirecta durante los picos de trabajo. De esta manera, el Complejo Industrial Luján de Cuyo se pone en línea con los requerimientos impuestos por la Secretaría de Energía de la Nación que exigen el agregado de bioetanol a los combustibles que se comercializan en el territorio nacional.
Este producto es considerado una energía renovable y su empleo disminuye la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, por lo que "este nuevo hito en constituye además un gran aporte para disminuir la contaminación ambiental", destacaron en la petrolera. El ETBE es el producto de la eterificación del bioetanol, por lo tanto, a través de su incorporación en la mezcla de naftas, se podrá incrementar el octanaje de las mismas, se explicó en la presentación de las obras. Para completar el plan de conversión de la unidad MTBE a ETBE se instaló una nueva unidad de oxigenación U (Oxigenate Removal Unit) lo que lo convirtió a este proyecto en uno de los más relevantes actualmente en el Complejo.
La empresa AESA tuvo a su cargo el movimiento de suelos y la construcción de la estructura civil principal, gran parte de la ejecución de piping y estructuras, y el cableado, instalación y precomisionado de la instrumentación asociada al Sistema de Control de Regenerante, DCS y ESD. Tambien ejecutaron distintos tipos de tareas las empresas Tomio, Marpi, UOP y Honeywell. Cabe destacar que todo el cálculo y el diseño mecánico de los equipos fue desarrollado en la Refinería de Luján de Cuyo y casi la totalidad de equipos necesarios como así también la mano de obra fueron provistos por empresas locales.