La conducta de Arabia Saudita frente a la actual coyuntura de precios de los hidrocarburos no hace más que confirmar los supuestos teóricos que la microeconomía viene sosteniendo desde hace tiempo respecto a la conducta de los “cárteles” o “trusts”. Como todas las legislaciones de los países occidentales condenan la colusión en sus legislaciones de Defensa de la Competencia es prácticamente imposible encontrar una empresa o grupo de ellas que funcionen como la OPEP.
¿Cuál es la base de un cartel? Que una empresa o grupo de empresas sean indispensables para abastecer al mercado. Sin ella o ellas habría desabastecimiento.
El rally de precios altos del crudo movilizó recursos que de otra manera estarían fuera del mercado e incentivó el desarrollo de tecnologías como la necesaria para desarrollar los hidrocarburos no convencionales. Precios altos y tasas de interés bajas fueron el combo perfecto que posibilitó el surgimiento de mucha oferta por fuera de la OPEP.
Lógicamente cuanto mayor es la oferta No OPEP menor es la cuota de mercado que pueden cubrir los países miembros de la OPEP.
Visto en perspectiva, quizá el puntapié inicial de la caída de precios del crudo no la inició ningún país de la OPEP. La apreciación del dólar, que afectó a todos los mercados de bienes primarios, junto con cierta debilidad de la demanda de crudo en Asia respecto de lo esperado iniciaron el proceso.
Rápidamente Arabia Saudita entendió cuál era la ventana de oportunidad. La oportunidad para realizar una “depuración competitiva” del mercado estaba servida.
Un horizonte de precios bajos sacaría del mercado a los productores “marginales”, a los más caros. Esos productores no forman parte de la OPEP.
Si hay algo de lo cual saben y mucho en Arabia Saudita (y otros productores árabes) es justamente de petróleo. Mostrar al mundo que no hay un horizonte de precios altos implica mandar el mensaje que no es negocio financiar proyectos que sólo se pagan con precios elevados del crudo.
Hasta ahora la realidad les da la razón. La producción fuera de la OPEP está bajando. Los grandes proyectos por iniciarse entraron en un stand by. Los únicos países que a mediano plazo presentan perspectivas de consolidar o aumentar la producción son los miembros de la OPEP.
Hay dos preguntas que aún no tienen respuesta. ¿Podrán los miembros de la OPEP sostener sus economías con estos niveles de precios? Si ellos no pueden ordenar sus economías todo esta situación finalmente se les terminaría volviendo en contra y deberían ceder. En tal caso eso terminaría siendo un fuerte revés para la OPEP a mediano plazo.
La segunda pregunta es: ¿En los países no OPEP los precios bajos podrían ser un estímulo para la innovación? Descubierto el potencial de los hidrocarburos no convencionales ¿por qué no podríamos esperar que nuevos avances tecnológicos viabilicen la explotación de parte de esos recursos con el horizonte de precios actuales?
¿Cuántas veces escuchamos que EE.UU. ya había entrado en su etapa de declinación como productor? Con los desarrollos de los no convencionales se demostró que ello no era cierto.
Si hay algo que demostró la humanidad es que lo posible ya está hecho, y que para lo imposible, a veces, sólo se necesita tiempo.