Las lecciones de los precios bajos

Grandes inventos y compañía exitosas tuvieron su origen en periodos de crisis económica. Psicólogos y sociólogos coinciden en que el hombre agudiza su ingenio ante la adversidad para superar sus propios límites. Ese espíritu ha guiado a la humanidad del siglo XX por el mejor periodo de la historia en todas actividades: esperanza de vida, salud, comunicaciones, el viaje a la Luna y las misiones espaciales, tecnología, confort, servicios, seguridad, crecimiento económico global. 

Hoy los precios del petróleo presentan un problema. Los CEOs de las petroleras se ven expuestos a anunciar despidos (unos 80.000 en el último año), recortes en los presupuestos de exploración, reducción de todas las perspectivas de ganancias y fuertes caídas de las acciones petroleras. El capital huye del petróleo y de las acciones petroleras ante las malas perspectivas. 

En EEUU, la revolución del shale encierra un costado oscuro: el sobreendeudamiento de decenas de pequeñas compañías, muchas de las que lideraron el proceso de crecimiento de la industria y permitieron incrementar la oferta de barriles de crudo en más de 3 millones al día. El gobierno debería estar más que agradecido a estos productores que ayudaron a reducir el enorme déficit comercial que el país suele tener con el mundo. 

Pero ahora que los precios del petróleo están incluso un 30% por debajo del valor de equilibrio que necesitarían los productores de shale (un valor de u$s60, según bancos de inversión como Morgan Stanley), las pequeñas petroleras tienen enormes deudas, no consiguen capital ante la perspectiva de que el barril estará por debajo de u$s50 por largo tiempo, y además pierden dinero mientras extraen a valor de u$s60 y el mercado se lo toma de u$s42. 

Como en cada crisis, la creatividad e ingenio humanos se ponen al servicio de lograr resultados, de "sacar agua de las piedras". 

En los próximos meses escucharemos hablar con más intensidad de “refracking”, “down spacing”, “geonavegación”, "High density fracking”, técnicas vinculadas a la facturación hidráulica que permiten mejorar la producción incluso en áreas donde ya se agotaron los recursos convencionales. 

Estas técnicas ofrecen una significativa reducción de los costos de emplear el fracking.

Seguramente veremos compañías pequeñas quebradas, con serias dificultades a las más endeudadas, pero es también desde estas empresas donde se apuesta por la innovación para lograr sobrevivir, y en ocasiones, los impulsores de las fórmulas más creativas no llegan a ver salvado su negocio, pero luego salvan a la industria. 

Esta crisis será una nueva oportunidad para descubrir nuevos maneras de producir y generar energía.