Los precios internacionales del petróleo han vuelto a un estado de fluctuación. Esto no es una novedad para aquellos que siguen de cerca los mercados petroleros, aunque aún así los precios continúan encabezando los titulares internacionales.
Si bien los precios del crudo se mantienen difíciles de predecir, no han logrado desalentar a los especuladores. Están aquellos que alertan que la reciente caída es la precursora de un barril a 40 dólares, lo que, según algunos, sería una catástrofe para el mercado petrolero. Por otro lado se encuentran los optimistas que apuestan que alcanzará nuevamente los 100 dólares para el 2020. Por su parte, el Banco Mundial ha manifestado un típico término medio y prevé que el barril de crudo se mantendrá en 57 dólares en 2015.
Teniendo en cuenta la posible revitalización de Irán, la turbia producción de Rusia, y los límites inciertos del suministro del shale en Estados Unidos, los precios responderán a las tendencias en la oferta y la demanda, al menos en el mediano plazo.
El acuerdo de Irán podría representar un cambio en el juego del abastecimiento global de crudo. El levantamiento de las sanciones podría beneficiar el regreso de capital extranjero al país, contribuyendo con la industria petrolera resurgente de Irán.
El ministro de Petróleo iraní es optimista acerca de la recuperación de la nación, predice exportaciones de crudo de 400.000 barriles por día casi inmediatamente con un adicional de 600.000 barriles diarios en los próximos seis meses.
Un retorno tan veloz es poco probable.
Irán solía ser la segunda mayor productora de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) antes de que Europa prohibiera las compras de su petróleo en 2012. Desde entonces, la producción de crudo cayó desde los 3,6 millones de barriles por día en 2011 a sólo 2,85 millones de barriles en 2015.
La nación continúa siendo el cuarto mayor productor de la OPEP, pero su producción está más cerca de la de México que de la de Arabia Saudita. Las exportaciones de crudo han caído un millón de barriles por día durante este tiempo.
Irán cuenta con importantes reservas onshore y offshore, pero carece de capacidad técnica y capital para desarrollarlos de acuerdo a sus ambiciones. Una delegación de ejecutivos de Shell se habría reunido con sus pares iraníes para expresar su interés en reingresar en Irán. Mientras que las compañías estadounidenses podrían quedar fuera a menos que el Congreso decida levantar sus restricciones y acordar con Teherán.
En una era de precios bajos del crudo, Irán cuenta con un petróleo barato de producir, con un costo estimado entre 5 y 10 dólares por barril. La posición geográficamente estratégica de la república islámica entre los mercados de Europa y Asia también la vuelven atractiva. Las compañías europeas y asiáticas – ilimitadas por las trabas de sus competidores estadounidenses – no dudarán en tomar ventaja de esta oportunidad de alto riesgo, pero con gran recompensa. Aún así, regresar a los niveles de producción del 2011 tomará su tiempo, al igual que su impacto en la oferta y precios del mercado petrolero internacional.
No es un secreto que la economía rusa se encuentra en problemas. Pero a pesar de la severa crisis política y económica, la producción de crudo de Rusia continúa creciendo. A comienzos de este año, el vicepresidente de Lukoil, Leonid Fedun, advirtió que la producción rusa podría caer unos 800.000 barriles por día. La falta de inversión podría eventualmente alcanzar la producción de Rusia, pero mientras tanto – como en Estados Unidos – el suministro continuará en alza.
Los productores de crudo en Estados Unidos también han desafiado las expectativas mientras la producción del shale continua con buen ritmo. El aumento en la eficiencia y el ahorro de costos han permitido a los productores innovadores eludir supuestos acerca del piso de los precios para el shale, al menos por el momento.
Sin embargo, no todo es color de rosa para los productores de shale. Miles de trabajadores petroleros han perdido su empleo, las compañías han perdido su valor, y algunas han caído en quiebra. Y la pregunta continúa siendo cuán bajo pueden ir y cuánto tiempo aguantarán, particularmente aquellos que registran pérdidas, pero que se mantienen por la esperanza de que los precios se recuperen.
Aún así, sería tonto descartar la resistencia de los productores del shale, y sin ninguna duda Estados Unidos continuará siendo un jugador clave en el panorama global del suministro de crudo.
En el largo plazo, otro factor que suele ser dejado fuera del debate es el efecto en cadena de los recortes de presupuestos de exploración en las compañías petroleras. Se han suspendido proyectos, y las firmas están mostrando una creciente precaución en las áreas fronterizas de alto riesgo. Esto parece ya ser una tendencia en el hemisferio oeste mientras que Brasil, México, Argentina y otros jugadores compiten por una pequeña pileta de fondos de exploración.
Pero este es sólo el lado de la oferta de la ecuación. En el lado de la demanda, el último informe del mercado publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) prevé una desaceleración de la demanda en 2016. Esto podría indicar una resistencia sostenida al retorno de los precios del crudo a los valores previos a la caída del 2014.
Las tendencias pueden ser claras, pero los precios no. A la hora de planificar no hay nada peor que la volatilidad del mercado, y la incertidumbre continuará reinando en un corto y mediano plazo. Mientras tanto, la especulación de los precios del crudo es un pobre reflejo de la realidad de los mercados.
(Artículo publicado en OilPrice.com. Traducido por ArgentinaShale.com)