Habitualmente, el análisis de los potenciales impactos de la explotación de hidrocarburos no convencionales se centran en los montos de inversión requeridos, en el potencial impacto geopolítico, en el potencial impacto en el fortalecimiento del dólar, en los cuidados o restricciones ambientales que deben aplicarse, en el impacto que podrían tener sobre nuestra matriz energética, en el impacto que podrían tener en la matriz energética de la región, etc.
La verdad es que en parte es lógico que así sea. Pero hay un aspecto que habitualmente se menciona, pero sobre el cual mucho no se profundiza, y es el impacto sobre el empleo en el sector.
Con la explotación de los no convencionales la industria no dejará de ser “capital intensiva”, pero el impacto en la mano de obra será muy importante. No sólo aumentará la demanda de mano de obra por el aumento de la actividad sino que proporcionalmente la actividad de los no convencionales requiere mas mano de obra por unidad de capital invertida.
No sólo se perforan mas pozos, lo cual lógicamente aumenta la necesidad de dotaciones de personal asociadas con esas tareas, sino que el proceso de “fractura hidráulica” requiere de personal que antes no participaba de las tareas de producción en el upstream.
En la producción de convencionales, la exploración y la puesta en producción inicial son las etapas mas demandantes en mano de obra. En los no convencionales la exploración requiere menos horas hombre, pero la puesta en producción inicial y su explotación en el tiempo requieren de mas mano de obra.
Sólo considerando la cantidad de camiones que se necesitan para realizar la fractura hidráulica (llevan los motores, equipos y materiales necesarios para la fractura) nos podemos dar una idea de su impacto. Esos camiones necesitan choferes, abastecimiento y mantenimiento.
Con la explotación de los convencionales, una vez que se instala la infraestructura inicial, la demanda de mano de obra baja drásticamente. En el caso de los no convencionales, como la fractura hidráulica se debe volver a realizar recursivamente durante la explotación de un pozo, la demanda laboral no baja tanto. Ese impacto es decididamente un cambio de paradigma en la industria cuando el desarrollo de los no convencionales toma vuelo, como ocurrió en los Estados Unidos.
Uno de los motivos por los cuales Neuquén hoy está en la mira del universo petrolero es porque tiene infraestructura que le permitirá evacuar las primeras producciones de no convencionales. Pero no tiene la oferta de mano de obra necesaria, lo cual no implica que no pueda recibir un mayor flujo inmigratorio. Hoy la Provincia lo esta manejando, si se potencia el desarrollo de los no convencionales el desafío será mayor.
Si afortunadamente se incrementa la corriente inmigratoria hacia Neuquén se profundizarán las demandas habitacionales, la demanda de matrículas escolares, de bienes y servicios públicos, etc.
Los mayores ingresos que recibiría la provincia por el crecimiento de la actividad serán suficientes para prestar los bienes y servicios requeridos. ¿Serán eficiente y eficazmente aplicados? La coordinación y planificación de los municipios y la provincia ¿Será la necesaria o adecuada?. ¿Aportará la Nación (otro gran beneficiado del desarrollo de los no convencionales) para el desarrollo de la infraestructura necesaria?
La respuesta que le demos a estas preguntas no sólo constituirán una cuestión estadística demográfica o de planificación territorial, también contribuirán o no al exitoso desarrollo de esta actividad (por ahora incipiente) en la Argentina.