Junto con la persistente caída del precio del petróleo observada en los últimos meses, también se lanzó una carrera de pronósticos. En general esos pronósticos están centrados en el impacto del nuevo vector de precios sobre la balanza comercial y sobre el nivel de actividad de exploración y explotación (E&P) de hidrocarburos.
Vamos por partes. ¿Por qué bajó el petróleo?. No pareciera haber sólo una única razón. Hay tres razones que pueden explicarlo:
La apreciación del dólar. El cambio de la política de la Reserva Federal de los EE.UU., dejando atrás los programas de “quantitative easing” para pasar a una política monetaria “menos expansiva o neutra”, está generando una reversión en los precios de las materias primas. Ya vimos como cayeron los precios de la soja, el maíz o el trigo y ahora estaría pasando lo mismo con los hidrocarburos.
El aumento de la Oferta debido a los “no-convencionales”. Habría un exceso de corto plazo de oferta de hidrocarburos producto de la mayor producción en EE.UU. y en otras regiones, a lo que se suma que el mundo esta creciendo menos y por ende la demanda de hidrocarburos y sus derivados no está presionando. La relación Oferta/Demanda estaría mas holgada y por ende se podrían esperar correcciones a la baja.
El interés de la OPEP de sacar del mercado a los “no – convencionales”. Los países que tradicionalmente exportan hidrocarburos (miembros o no de la OPEP) tienen interés en no perder cuotas de mercado y no ven con malos ojos que una corrección del precio a la baja saque de producción a los proyectos mas caros. Los países tradicionalmente productores de petróleo tienen costos incrementales mas bajos y por eso podrían resistir una baja del crudo que afecte a los productores con costos incrementales mas altos.
De momento, es muy prematuro para determinar con certeza cuál de estos tres efectos es el más importante, si es que alguno domina a otro. Lo que se puede afirmar de momento es que estos tres efectos combinados explican la caída del precio internacional del petróleo crudo.
¿Cómo impacta el nuevo escenario de precios en la balanza comercial de Argentina?
El abaratamiento de las importaciones de energía es el impacto directo mas obvio. Menores precios del petróleo bajan el valor tanto de nuestras exportaciones como importaciones. Como hoy somos importadores netos de energía, ello implica reducir el saldo negativo de la balanza comercial energética, ello reducirá la demanda de “dólares netos” de este sector en un momento en el cual justamente nuestra economía esta enfrentando una restricción de divisas. Adicionalmente los menores gastos en importaciones reducen las erogaciones del Estado Nacional pues la mayor parte de las importaciones de energía no las pagan de manera directa los usuarios, sino que las cubre el Estado Nacional con subsidios, es decir, las pagan de manera indirecta los contribuyentes.
Esto lo podríamos tomar como una buena noticia, pero es parcial. ¿El único precio que bajó es el de los hidrocarburos?. No, también bajaron los precios de los bienes agrícolas.
El efecto global de las caídas de precios de bienes primarios (agrícolas e hidrocarburos) tendrá un efecto negativo sobre la balanza comercial del sector primario. Saldo positivo comercial del sector primario agrícola – ganadero es mucho más alto que el saldo negativo comercial del sector energético.
El efecto neto de la caída de precios de los bienes primarios nos da un resultado negativo global. Perdemos de generar más divisas que las que nos ahorramos. Justo en el momento en el cual necesitamos generar divisas comerciales, baja nuestra capacidad de generarlas vía comercio.
Alguien podría decir que “dada” la caída de los bienes agrícolas mejor es que también baje el precio de los hidrocarburos (medido desde el punto de vista de la balanza comercial). Ahora bien, si la apreciación de dólar es una de las variables explicativas de la caída del precio de los bienes primarios, ambos efectos deben ser tomados en conjunto porque responden en parte a la misma causa.
¿Cómo impacta el “nuevo escenario” de precios en el sector de E&P local?
Si hay algo que destaca a los mercados de bienes primarios y de monedas es su volatidad. El “overshooting” es un fenómeno habitual en ambos mercados. Mayor volatidad hay si uno (el valor del dólar) influye en el otro (el valor de los hidrocarburos).
En este contexto hacer pronósticos es muy parecido a la futurología del horóscopo. Sí podemos prever que el precio relativo de los hidrocarburos estará en menores niveles que en el pasado. ¿Cómo nos impacta?
Las petroleras tendrán menos flujos de caja propio. Lógicamente si baja el precio de los hidrocarburos las petroleras tendrán menos caja y por ende menor capacidad de inversión. Muchas de las inversiones del E&P se financian con flujo propio porque los mercados financieros no quieren tomar buena parte del riesgo asociado.
Las petroleras tendrán menos capacidad para financiarse en los mercados. Si el flujo de caja de las empresas es menor, su capacidad de tomar préstamos se reduce. A su vez, sus acciones bajarán con lo cual la posibilidad de obtener fondos emitiendo acciones también será menor. La capacidad de tomar fondos de terceros (por cualquier vía) será menor.
Las empresas proveedoras de servicios bajarán sus precios. En la industria petrolera, las empresas de servicios especializados (perforación, terminación, sísmica e interpretación) no cobran en función de sus costos sino mas bien en función de la predisposición a pagar del cliente. Como la competencia es muy poca los precios se alejan de los costos. Algunas proveedoras de servicios especializados en realidad lo que hacen es “compartir renta” con las petroleras. Si hay menos renta por menores precios, las petroleras están dispuestas a pagar menos y las empresas de servicios cobrarán menos. Esto va a bajar los costos de producción de hidrocarburos.
La menor caja de las petroleras hará que se paren algunos proyectos de inversión. Los de menor rentabilidad o los que por su volumen sean “no financiables” se postergarán.
¿Qué podemos hacer en este contexto?
Para paliar la reducción de caja de las petroleras, las provincias e YPF deberían salir a buscar mas socios con intenciones de invertir en E&P. Si cada empresa puede invertir menos, hay que buscar mas cantidad para intentar compensar.
¿Cómo tentar a las empresas para que inviertan si ahora todo vale menos?.
Argentina puede fijar un buen precio del gas natural en boca de pozo, que sea atractivo para los productores y sustentable para la demanda. Argentina tiene mas recursos de gas natural que de petróleo, con lo cual bien podría el E&P sesgarse hacia el gas natural.
Si bien las extrapolaciones no son perfectas podríamos tomar como referencia los llamados “decretos desreguladores de los 90”. Allí en uno de ellos se establecía como precio de referencia para gas natural el 35% del valor internacional del crudo.
Durante los noventa, el gas natural se pagaba entre un 30% y un 40% del valor internacional del crudo.
Si el crudo se estabilizara en una banda de US$ 60/70 por barril, ello daría una banda de aproximadamente (US$ 3,5 / 5 MMBTU) por el gas natural para respectar los porcentajes anteriores. Obviamente esta extrapolación es muy gruesa y sólo sirve para que tengamos una idea del orden de magnitud de lo que estamos hablando.
Si el país le pudiera garantizar al E&P un precio promedio ponderado de todas sus ventas de gas superior a los US$5,5/6 MMBTU seguramente ello sería un buen aliciente para sostener o atraer nuevos proyectos de inversión.
La caída del petróleo y de los bienes primarios no es una buena noticia, pero al menos en lo que se refiere a la producción de gas natural, tenemos herramientas disponibles como para paliar la situación.