El acuerdo entre YPF y Chevron sigue siendo motivo de discusión. Originalmente, la petrolera estatal se negaba a mostrarlo en su totalidad, luego la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló en contra de la compañía estableciendo que debía mostrar todo el contrato. Curiosamente, luego del fallo de la Corte y del cambio del gobierno el acuerdo sigue sin mostrarse.
Ahora YPF, bajo una instancia procesal llamada "incidente de ejecución", solicita mostrar sólo una parte del contrato y reservar algunas cláusulas. La jueza de primera instancia falló en contra de esa pretensión pero YPF recurrió y ahora la Cámara debe decidirlo.
Algunos de los fundamentos de la petrolera son tardíos y otros son directamente erróneos. Ahora sostiene que sólo algunas cláusulas deben ser confidenciales. En el juicio original que perdió ante la Corte, la compañía sostuvo dos ideas fuerza: que no estaba alcanzada por las normas de acceso a la información pública y que el contrato era privado y no debía mostrarse en su totalidad.
La Corte desvirtuó ambos argumentos. Pero sí validó el hecho de que bajo determinadas circunstancias pueden existir cláusulas confidenciales o exceptuadas del alcance del "acceso a la información pública". Ahora bien, para el caso particular del acuerdo con Chevron la Justicia ya falló que el acuerdo debe mostrarse integralmente, pues la propia YPF no justificó por qué parte del acuerdo debiera ser confidencial.
Personalmente entiendo que es muy razonable que exista alguna cláusula confidencial en determinados tipos de contratos. Sin embargo, que YPF aspire a gozar de los beneficios de ser una empresa con participación estatal mayoritaria y luego se esconda bajo el pretexto de ser una sociedad anónima para ocultar todo un contrato es un despropósito. Exactamente eso es lo que dice el fallo.
Lo notable de esta situación es que ahora la petrolera está usando un incidente procesal para cuestionar el fallo de la Corte. YPF pretende, luego de perder el juicio ante la Corte, seguir ganando tiempo y recurre "indirectamente" el Fallo. La Corte ya trató el caso de las supuestas cláusulas confidenciales de este contrato, reconoció que la normativa ampara a YPF a reservar partes del contrato si lo justifica debidamente, pero justamente ante esa falta de justificación ordenó que se muestre todo el contrato.
Lo raro de la situación es que YPF sigue sin mostrar las partes que aún en el nuevo contexto considera "no confidenciales". Y lo que hace de esta cuestión algo más paradójico aún es que quien está desconociendo un fallo de la Corte no es ya Cristina Kirchner, sino el nuevo Presidente Mauricio Macri, que casualmente prometió en campaña respetar los fallos de la Corte y las instituciones de la República.
Es falso que el fallo de la Corte impediría a YPF firmar contratos con otras empresas o que información confidencial podría pasar a manos de terceros. El propio fallo sostiene el derecho de la compañía a reservar parte de los contratos pues las propias normas de acceso a la información pública así lo prevén. El problema es que la petrolera no quiere mostrar nada, se defendió mal en el juicio y ahora vía una instancia procesal accesoria está buscando "recurrir" el fallo.
Es una pena que el enorme capital humano del que dispone YPF sea utilizado para no cumplir el pedido de la Corte. Mejor sería que los utilizaran para seguir buscando inversiones y en operar eficientemente la empresa. Según los resultados contables del 2015, la firma hubiera dado pérdidas de no haber recibido miles de millones de pesos en subsidios estatales.
Cuando se expropió el 51 por ciento del capital accionario en el Congreso se dijo que la "nueva YPF" estaría al servicio del país. La nueva YPF no sólo no beneficia con su renta al resto del país, sino que se sirve de subsidios que los consumidores y contribuyentes le transferimos, y encima no cumple con los fallos de la Corte Suprema.
Días atrás en una entrevista televisiva el Presidente Mauricio Macri con muchísimo sentido común afirmó que en su presidencia todos debían sujetarse al mandato de la ley, desde el empresario más poderoso hasta el último ciudadano. No podría está más de acuerdo con esa afirmación, intuyo que la mayoría de la sociedad apoya esas palabras.
YPF es la empresa más importante del país y a instancias del propio Poder Ejecutivo Nacional no está cumpliendo un fallo de la Corte y está buscando instancias creativas para ganar tiempo e indirectamente recurrir un fallo que por sus propias características sólo debiera cumplirse sin más vueltas.
No creo que sea una buena señal para inversores extranjeros saber que el gobierno actual, igual que el gobierno anterior, sólo se someterá a los fallos judiciales si y solo si coincide con ellos. Se supone que esa etapa ya la superamos.
Por eso, muy respetuosamente me permito la siguiente sugerencia, seamos creativos, CAMBIEMOS y cumplamos con los fallos de la Cortes Suprema de Justicia de la Nación.