Las técnicas de fracking en México necesitan de arena sílica, que no se produce en ese país y debe ser importada desde EEUU. El transporte de este insumo imprescindible para la extracción del shale oil ofrece una oportunidad para el desarrollo del ferrocarril como principal medio para el traslado de los tubos, la arena y el petróleo.
La empresa Kansas City Southern Mexico estima que por cada perforación mediante fracking, se necesitan entre cuatro y seis vagones de carga para Oil Country Tubular Goods, uno de baritina (barita) y entre 15 y 40 vagones de arena sílica.
La firma ferroviaria norteamericana prevé un importantísimo crecimiento del servicio en México. David Eaton, gerente comercial de KCMS, estima que hacia 2040 habrá unas 27.000 plataformas activas de shale en ese país; “generará oportunidades nuevas, aunque tomará tres o cuatro años,
especialmente por la perforación de pozos que requieren arena sílica”, aseguró en una entrevista.
El desarrollo del shale puede provocar un boom de infraestructura y transporte en México, asegura la revista T21, y tal como anticipó el Secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell, el desarrollo de la industria petrolera desregulada puede contribuir a incrementar el PIB entre 2 y 3 puntos porcentuales al año.
Los peligros de material insuficiente
El auge del shale puede aumentar la infraestrucutra de kms de vías férreas, y si bien se admite que el transporte de petróleo por ductos es más económico, las empresas de carga creen que los vagones de transporte ofrecen más seguridad y, a la larga, resultan más convenientes.
De todas maneras, desde KCMS se advierte que un aumento significativo de la demanda de insumos para el desarrollo del fracking podría generar que la oferta de servicios sea insuficiente. De hecho, el desarrollo del shale en EEUU está absobiendo la mayor parte de los vagones tanque que trasladan petróleo, y buena parte de ese material rodante es mexicano.