Tanqueros que transportan casi dos meses de producción petrolera de Venezuela están atrapados en altamar mientras refinadores alrededor del mundo rehuyen del crudo del país sudamericano para evitar sanciones de Estados Unidos, según fuentes de la industria, documentos de PDVSA y datos de envío.
Washington está endureciendo las sanciones para reducir las exportaciones de petróleo de Venezuela y privar al gobierno del presidente Nicolás Maduro de su principal fuente de ingresos.
Las exportaciones de la nación socia de la OPEP están cerca de sus niveles más bajos en más de 70 años y la economía se ha derrumbado, pero Maduro sigue aferrado al poder, generando frustración en el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha vetado este mes barcos e intermediarios por su rol en el comercio y transporte del petróleo de la estatal venezolana PDVSA, y ha amenazado con agregar más a su lista de entidades sancionadas.
Según datos de Refinitiv Eikon, al menos 16 tanqueros que transportan 18,1 millones de barriles de crudo y combustibles venezolanos están atrapados en aguas de varios países, porque compradores los evitan para no exponerse a posibles sanciones. Eso equivale a casi dos meses de producción a la tasa actual en Venezuela.
Algunas embarcaciones han estado en altamar por más de seis meses tras navegar a varios puertos sin poder descargar. El petróleo rara vez se carga en tanqueros sin que estos tengan un comprador definido. Los cargamentos que están en el agua en esa condición generalmente se venden a descuento.