El presidente iraní, Hassan Rohani, celebró la "histórica" inauguración de una nueva terminal de exportación de crudo en el golfo de Omán, lo que evitará a los barcos tener que atravesar el estratégico estrecho de Ormuz, donde patrullan navíos de guerra de Estados Unidos, sus enemigos jurados.
Este oleoducto permitirá a la República Islámica exportar su petróleo a partir del puerto de Jask, en el golfo de Omán, ahorrando a los buques cisterna varios días de navegación desde el puerto de Kharg, en el Golfo, y evitando el estrecho de Ormuz, corazón de vivas tensiones estratégicas entre Irán y los Estados Unidos, que tiene varios navíos de guerra en la zona.
"Que empiece la explotación del oleoducto de mil kilómetros para la transferencia de crudo de Goreh (suroeste) a Jask (sureste), y la explotación de la terminal de exportación de la región de Makran", en el puerto de Jask, declaró Rohani en un discurso televisado.
"Hoy es un día histórico para la nación iraní", declaró Rohani, quien explicó que sin esta nueva terminal "nuestras exportaciones de petróleo serían cortadas" si hubiera "problemas".
El estrecho de Ormuz (40 km de ancho), es una de las vías marítimas más importantes del mundo para el transporte de crudo, ya que es casi la única comunicación entre los productores de hidrocarburos de Oriente Medio y los mercados de Asia, Europa y América del Norte.
Rohani estimó en "dos mil millones de dólares" el valor total de este proyecto iniciado hace dos años.
"La industria del petróleo es muy importante para nosotros, pero también para nuestro enemigo, que impuso sanciones al petróleo", señaló Rohani en referencia a las sanciones de Estados Unidos contra Irán.