La construcción del polémico oleoducto Keystone XL -que divide en Estados Unidos a los defensores del medio ambiente y a los partidarios de la explotación de los recursos energéticos- superó su último obstáculo al conseguir la aprobación de Nebraska, estado que debe atravesar.
La Comisión de Negocios Públicos de Nebraska, en el centro-norte de Estados Unidos, concedió a la empresa canadiense TransCanada el permiso que le permite iniciar los trabajos de construcción del ducto de 1.900 kilómetros de longitud.
Keystone XL se conectará a una red ya existente de oleoductos en Estados Unidos y tendrá capacidad para enviar 830.000 barriles de petróleo por día provenientes de los campos situados en la provincia de Alberta, en el oeste de Canadá, hacia refinerías en la costa sur de Estados Unidos.
La Comisión aprobó una ruta alternativa, que podría permitir a los opositores al proyecto presentar nuevas apelaciones. Esta decisión fue celebrada por los abogados de los propietarios que se oponían al trazado originalmente favorecido por TransCanada.
"Vamos a examinar atentamente la decisión de la Comisión de Asuntos Públicos de Nebraska para evaluar su eventual impacto sobre el costo y el calendario del proyecto", dijo Russ Gurling, presidente ejecutivo de TransCanada en un comunicado.
"La decisión tomada hoy por Nebraska de aprobar el permiso para el oleoducto Keystone XL creará buenos empleos de ambos lados de la frontera canado-estadounidense", estimó por su parte el ministro de Recursos Naturales canadiense, Jim Carr.
El proyecto, de un costo total de 5.300 millones de dólares, fue lanzado en 2008 pero fue bloqueado bajo el anterior gobierno demócrata estadounidense de Barack Obama. Su sucesor republicano Donald Trump relanzó la iniciativa.
Las asociaciones de protección del medio ambiente de Estados Unidos rechazan la medida y citan, entre otros argumentos, una fuga ocurrida la semana pasada en el ya existente oleoducto Keystone, que derramó casi 800.000 litros de petróleo en el vecino estado de Dakota del Sur para ilustrar los peligros que representa el Keystone XL.
Pero sus partidarios sostienen que es más seguro transportar petróleo por oleoducto que por tren o por carretera y que el proyecto además va a permitir crear empleos.
La Comisión de Negocios Públicos de Nebraska votó a favor del proyecto por tres votos contra dos. Uno de los miembros que se opuso, Crystal Rhoades, puso en duda los beneficios económicos previstos por la construcción del Keystone XL.
TransCanada "no ha proporcionado las pruebas para justificar el impacto económico esperado en este proyecto por parte de Nebraska", dijo.