El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, facilitó la construcción de oleoductos y gasoductos. "Con demasiada frecuencia, la infraestructura necesaria está bloqueada por grupos de interés, una burocracia asfixiante y los activistas radicales", dijo el presidente en un discurso en Crosby, cerca de Houston, Texas.
"Las dos órdenes ejecutivas que estoy a punto de firmar resolverán este problema de manera muy eficiente, al acelerar la obtención de permisos de infraestructura energética. Otorgaremos estos permisos más rápido", dijo Trump, que firmó las dos medidas poco después.
Estas órdenes incluyen limitar el tiempo requerido para obtener permisos para construir ciertas tuberías y transferir al presidente la capacidad directa de validar o no la construcción de tuberías internacionales, aseguró Trump.
También apuntan a limitar el poder de los estados, señaló el diario The Washington Post, que accedió a una de las dos órdenes.
Los anuncios de Trump están en línea con otras decisiones tomadas desde su ingreso a la Casa Blanca, dirigidas a reducir las regulaciones en la industria de la energía, una de las más poderosas de Texas y generadora de numerosos puestos de trabajo.
Estados Unidos produce 12,2 millones de barriles de petróleo crudo por día en promedio, según las últimas cifras de la Agencia de Información sobre Energía. Parte importante de esa producción proviene de dos campos petrolíferos en Texas.
Los anuncios del presidente provocaron protestas de grupos ambientalistas y políticos opositores.
El gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, dijo en Twitter tras del discurso de Trump: "Tengo una idea mejor: invertir en infraestructura de energía limpia que creará empleos y no destruirá el planeta".